Diagnóstico por termografía para mejorar el aislamiento de las viviendas

La termografía es la técnica que se encarga de la medición de los infrarrojos a través de cámaras que son capaces de medir la radiación que emiten los sujetos u objetos a analizar.

Los infrarrojos son una forma de radiación de calor que resulta invisible al ojo humano. Cualquier cuerpo con una temperatura superior al cero absoluto (-273ºC) emite infrarrojos.

Cómo funciona la termografía

Una cámara termográfica dispone de un sensor térmico que, al recibir la radiación infrarroja se calienta y cambia su resistencia eléctrica. Este cambio de resistencia se mide y se compara con una temperatura que tiene asignado un color, formando una imagen coloreada que nos indica las zonas de temperatura de la superficie estudiada.

Gracias a las termografías podemos crear un mapa de temperaturas sin necesidad de efectuar ninguna prueba destructiva ni de tocar el cuerpo sobre el que se hace la medición. Incluso puede hacerse a distancia.

Usos de la termografía en la construcción

Con el paso del tiempo la termografía ha pasado de ser una tecnología poco habitual a convertirse en una herramienta muy utilizada para la inspección de edificios en todo el mundo, especialmente con la evolución de las cámaras en los últimos años. Aunque también tiene usos en otras actividades: medicina, automoción, seguridad…

Se está empezando a incorporar cámaras termográficas a drones, ampliando el potencial de esta técnica. Sobrevolando un terreno se puede estudiar una superficie mucho más amplia en menos tiempo e incluso hacer mediciones en zonas de difícil acceso, facilitando así el trabajo, reduciendo riesgos y mejorando los resultados.

Los siguientes son algunos de los usos de la termografía en la construcción:

Detección de fallos en el aislamiento y fugas de aire en edificios.

Localización de puentes térmicos (zonas con poca resistencia térmica que permiten el intercambio de temperaturas entre el interior y el exterior).

Detección de fallos o averías en sistemas de climatización, calefacción y tuberías, sin necesidad de hacer agujeros.

Detección de humedades y filtraciones de agua.

Rehabilitación de edificios: una termografía permite ver la estructura oculta tras el yeso, sin necesidad de derribar paredes.

Escaneo de cuadros eléctricos, fusibles, conexiones y otras instalaciones eléctricas.

Detección de averías en instalaciones mecánicas.

Aplicaciones de la termografía para la instalación de ventanas

La ventana es uno de los elementos más críticos de la envolvente de los edificios. Siendo mucho menos recia que una pared, la ventana debe dejar pasar la luz pero, al mismo tiempo, le pedimos el máximo aislamiento térmico posible.

El uso de cámaras termográficas nos permite tener conocimiento del comportamiento de nuestras ventanas y de los puntos de fuga de temperatura de nuestra vivienda, en caso de existir.

Gracias a una termografía podemos conocer cosas como las siguientes del aislamiento de nuestras ventanas y de nuestra vivienda en general:

Dónde hay puntos de fuga de temperatura en las ventanas: esto puede deberse a entradas de aire por las juntas de las ventanas, puntos débiles en los marcos o en los vidrios, ausencia de rotura de puente térmico… todo ello supone un mayor consumo de energía y dificultades para mantener la temperatura del interior a un nivel confortable.

Detectar puntos de fuga de temperatura por fallos en la instalación de las ventanas: a veces puede fallar la instalación de la ventana, haciendo que los problemas de aislamiento estén en las zonas de unión entre ventana y pared, y no en la ventana propiamente dicha. Saber esto permitirá tomar medidas ajustadas al problema: no será necesario invertir en nuevas ventanas, sino en corregir su instalación, con el ahorro que eso supone.

Detectar puntos de fuga de temperatura por fallos en el aislamiento de la envolvente de la vivienda: un fallo en el aislamiento de la fachada puede generar unas condiciones en el interior de la vivienda que nos hagan pensar que las ventanas son poco eficientes, cuando el problema está en otros puntos de la envolvente. Igual que en el caso anterior, tener esta información esto permite atajar el problema real, en lugar de hacer una inversión que no va a dar buenos resultados.

Determinar si existen diferentes calidades del acristalamiento de las ventanas de un edificio.

Fuente e-ficiencia.com